CÓMO AYUDAR A SUS CLIENTES EN EL TRANSPORTE DE SUS GATOS
HASTA LA CONSULTA.
Uno de los principales motivos por los que un propietario es reacio a llevar a su gato
a la consulta veterinaria es la dificultad que conlleva el transporte de mascotas en sí;
además del estrés asociado al que se someten tanto el gato como el propietario. Así que vamos a daros diez consejos para intentar solventar el problema del traslado y minimizar el estrés durante la visita.
1. Nunca lleve al gato suelto en el coche.
2. Elija un transportín robusto que se abra por arriba y por delante, y que además
se pueda abrir totalmente por la mitad superior (una parte superior fácilmente extraíble permite examinar al gato cuando está nervioso sin que tenga que salir del transportín ). Hay que centrarse en los elementos prácticos y funcionales y evitar transportines estrambóticos y que suelen ser caros. No dude en pedir a nuestro personal de recepción que le enseñe alguno de nuestros transportines recomendados y que le demuestren cómo se usan.
3. En casa, deje el transportín en un lugar en el que el gato pueda verlo y considerarlo “parte del mobiliario”, para que se convierta en un elemento familiar para él.
4. Intente que el transportín sea lo más cómodo y familiar posible, poniendo alguna manta o toalla con su olor y/o con el olor del gato (puede frotar con delicadeza la cara del gato con un trapo suave para impregnarlo con su olor). Rocíe el trapo con un spray de feromonas faciales felinas sintéticas (Feliway), disponible en la clínica, 30 minutos antes de salir de casa. No olvide que su gato puede marearse o manchar el transportín durante el trayecto, por lo que sería buena idea llevar un recambio para el trayecto de vuelta a casa.
5. Para hacer que el gato entre en el transportín, en caso de que no lo haga espontáneamente, debería coger al gato con calma y meterlo con cuidado por la apertura. De forma alternativa, puede desmontar la parte superior del transportín y volver a ponerla una vez que el gato se encuentre en la mitad inferior. Si el gato se muestra realmente reticente a entrar en el transportín, puede envolverlo en una toalla gruesa (impregnada con su olor y /o con feromonas en spray), y colocar con cuidado al gato y la toalla dentro del transportín.
6. Una vez en el coche, intente evitar que el transportín se zarandee durante el trayecto, colocándolo de forma segura en el reposapiés de detrás del asiento delantero o bien con el cinturón de seguridad. Conduzca con cuidado, evite la música fuerte y agresiva; hable tranquilamente con su gato para tratar de calmarlo. Cuanto más tranquilo esté el propietario mejor se sentirá el gato. A algunos gatos les gusta mirar al exterior, pero la mayoría prefieren que el transportín se mantenga cubierto con una toalla durante el trayecto.
7. Cuando camine del coche a la zona de recepción de la clínica, intente no zarandear el transportín ni chocarlo contra sus piernas.
8. Una vez en la zona de recepción, pregunte a nuestro personal de recepción dónde puede sentarse y en qué lugar puede dejar el transportín. Le recomendamos encarecidamente que deje la parte delantera del transportín mirando hacia usted (¡en vez de hacia otros gatos!) y que mantenga el transportín cubierto con una toalla durante el tiempo que pase en la recepción.
9. ¡Evidentemente, para el trayecto de vuelta a casa deberá seguir el mismo protocolo!.
10. Por último, pero no por ello menos importante, si tiene varios gatos, debería tomar ciertas precauciones a la hora de llevar a uno de ellos de vuelta a casa, sobre todo tras una larga estancia en la clínica. Deje al gato que vuelve a casa en el transportín durante unos minutos y observe la reacción de los demás gatos.
Si todos los gatos permanecen tranquilos, puede abrir el transportín y dejar que su gato se una a sus compañeros de habitación. Si percibe cierta tensión entre sus gatos, probablemente sea porque el gato que vuelve a casa trae olores de la clínica. Si esto ocurre, mantenga al gato que vuelve a casa en una habitación separada (¡por supuesto, con su arenero, su comida y su agua fresca¡) durante un
mínimo de 24 horas para que adopte un olor más familiar.
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