El moquillo canino, también llamadoenfermedad de Carré o distemper, es una infección de origen vírico con un alto índice de mortalidad y altamente contagiosa para los perros. Es producida por un Paramixovirus del género Morbilivirus y suele afectar al aparato gastrointestinal, al aparato respiratorio y en algunas ocasiones también al sistema nervioso.
¿A quién afecta?
Gracias a la vacuna, en los últimos treinta años los casos de distemper han disminuido considerablemente. En la actualidad, esta enfermedad afecta:
- A los perros no vacunados, jóvenes o adultos (aunque es más común en los cachorros).
- A perros vacunados con anterioridad pero que no han recibido ninguna inyección de repetición.
- A los hurones no vacunados.
También se conocen algunos casos de moquillo en animales vacunados correctamente pero que han perdido la inmunidad.
¿Cómo se transmite el moquillo?
El virus se transmite fácilmente por el contacto directo con perros infectados. Está presente en las secreciones de la nariz y las lágrimas y se disemina por vía aérea, de manera que es muy fácil que se extienda y se propague de un lugar a otro; transportado en nuestra ropa, zapatos, neumáticos del coche…Es casi imposible evitar que un perro se exponga al virus, prácticamente todo perro que alcance el año de edad ya ha entrado en contacto.
El virus del moquillo se llega a transmitir por:
- Contacto directo con fluidos corporales de un perro infectado.
- Contacto directo con comida y agua contaminadas por estos fluidos.
- Contacto directo con los lugares contaminados (cualquier parque o zona habitual para perros puede ser caldo de cultivo de esta enfermedad).
- Una corriente de aire.
Una vez inhalado, el virus pasa a las amígdalas palatinas y a los ganglios bronquiales, siguiendo su recorrido hasta el corriente sanguíneo. En 48 horas el virus ya se ha extendido por todo el organismo.
¿Cuáles son los síntomas?
El virus del moquillo tiene un período de incubación de cuatro a diez días. Lo primero que podemos apreciar en un perro infectado es que:
- Tiene fiebre (40°C).
- Le lagrimean los ojos.
- Le salen mucosidades de la nariz.
- Le ha disminuido de apetito.
Esta fase dura dos o tres días hasta que aparecen los síntomas más graves de la enfermedad:
- Síntomas digestivos: diarrea, vómito, estomatitis y amigdalitis.
- Síntomas respiratorios: tos, disnea y moquillo mucosopurulento en caso de sobreinfección bacteriana.
- Síntomas oculares: conjuntivitis purulenta.
- Síntomas cutáneos: dermatitis, con engrosamiento de la piel de la nariz y de las almohadillas. Estos síntomas pueden estar asociados con los del sistema nervioso.
- Síntomas nerviosos: convulsiones, parálisis, contracciones musculares, polineuritis y meningoencefalitis.
El perro enfermo de moquillo no padece todos estos síntomas a la vez, ello dependerá de la acción directa del virus sobre los órganos o tejidos afectados y de las bacterias que proliferen de los mismos. Es posible que sufra simultáneamente a esta enfermedad la infección producida por el virus de la hepatitis canina.
La enfermedad puede durar sólo diez días, pudiendo extenderse a varias semanas y hasta meses, con períodos de mejora seguidos de una recaída.
Tratamiento
No existe ningún tratamiento específico para curar esta enfermedad, la previa vacunación es el único medio que protege al perro, y aun así no es el 100% efectiva.
Aunque los antibióticos no destruyen el virus, se suelen recetar con objeto de prevenir o tratar las complicaciones bacterianas secundarias (problemas respiratorios, conjuntivitis, diarrea, vómitos, etc.). También se limpia de secreciones nasales y oculares al perro y si éste presenta signos neurológicos, es necesario administrarle sedantes y anticonvulsionantes.
Como en la mayoría de la enfermedades virales, el tratamiento sirve de apoyo para consolidar y fortalecer el sistema inmunológico y para prevenir una infección secundaria.
Aunque la gran mayoría de perros afectados suelen superar la enfermedad con un tratamiento oportuno y adecuado, es importante detectar el virus lo antes posible. El pronóstico no siempre es malo, siendo bastante complicado al aparecer la mayoría de los síntomas y signos descriptos.
Los animales afectados, de ser posible, deben permanecer en cuarentena, aislados de otros individuos de su especie.
¿Cómo prevenir el moquillo?
La vacuna frente a esta enfermedad es muy eficaz. Hay vacunas especiales para cachorros que se pueden aplicar a partir de los 40 días de vida. Es necesario revacunar para asegurar una inmunidad adecuada. Al año se debe administrar otra dosis y posteriormente repetirla cada 3 años durante toda la vida del animal.
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