Hola a tod@s:
Soy ATV de la Clínica Veterinaria Sabuesos, y voy a crear en este blog un espacio al que voy a llamar “El Rincón del Cachorro”. En él incluiré todas aquellas dudas que siempre nos preguntáis en la sala de espera de las clínicas, con respecto a vuestras mascotas.
Os hablaré de la materia prima (como elegir un cachorro, las razas, el sexo…), como hacer la introducción en casa de ese nuevo miembro de la familia, como conseguir que haga sus necesidades en el sitio apropiado, como enseñarle la inhibición y a modular la intensidad del mordisco. Hablaré de la desparasitación y la vacunación. Comentaré también cosas sobre la socialización, y sobre algunos problemas como, la ansiedad por separación y el estrés en los gatos… en definitiva, pretendo ayudaros a que la relación con vuestra mascota sea mejor, si es posible.
Este “rinconcito” va a estar basado en mis propias experiencias en la clínica, pero no pretendo de ninguna forma reemplazar a otros profesionales, como veterinarios y educadores caninos, que serán los que realmente os tendrán que ayudar, cuando exista un problema de comportamiento.
Tengo que agradecer la inestimable colaboración de mis compañeras de la clínica y de Javier Márquez Marfil (educador canino), que me han ayudado en este proyecto, aportándome ideas, corrigiendo mis errores y en la redacción de los textos.
He hecho un pequeño índice de lo que va a contener este apartado del Blog.
INTRODUCCIÓN
LA MATERIA PRIMA
1.- Qué raza me conviene?
2.- Qué sexo?
3.- Cual es la procedencia del cachorro?
4.- Cómo elegir un cachorro?
5.- Cuándo llevarse un cachorro a casa?
LA PRIMERA NOCHE EN CASA
ALIMENTACIÓN DEL CACHORRO
DESPARASITACION Y VACUNACIÓN
1.- Desparasitación
2.- Vacunación
ESTABLECIMIENTO DE UNA RUTINA
ENSEÑARLE A HACER SUS NECESIDADES EN EL SITIO APROPIADO
1.- Control de la alimentación
2.- Educación mediante métodos de refuerzo positivo
3.- Limpieza de los «errores eventuales»
APRENDER LA INHIBICIÓN DEL MORDISCO
MODULACIÓN DE LA INTENSIDAD DEL MORDISCO
REDUCIR LA FRECUENCIA DE LOS MORDISCOS
SEGURIDAD CON LOS NIÑOS
APRENDER A QUEDARSE SOLO
JUGUETES
SOCIALIZACIÓN
ADIESTRAMIENTO
ANSIEDAD POR SEPARACION (ASP)
1.- Definición
2.- Qué es el hiperapego?
3.- Desarrollo
4.- Cómo saber si tu perro tiene ASP?
5.- Cómo ayudar a tu perro?
EL ESTRÉS EN EL GATO
1.- Introducción
2.- Marcaje con orina
3.- Agresividad hacia personas por intolerancia al contacto
INTRODUCCIÓN
Como a la mayoría de mis compañeras ATVs, si hay algo que me falta en mi vida, es tiempo. Entonces… porque me he lanzado a esta aventura de escribir en el blog???? Pues… porque creo que el desconocimiento de los propietarios es también responsabilidad de cada uno de los profesionales del mundo del perro/gato. Tanto veterinarios, como auxiliares, educadores, criadores y personal de centros de recogida, deberían ayudaros a comprender a vuestros amigos.
Uno de los principales motivos de abandono de mascotas (e incluso de eutanasia), son los problemas de comportamiento, por eso quiero aportar mi granito de arena, intentando daros consejos sobre la educación de los perros y los gatos. Esta nunca debe ser improvisada, y lo mejor es que los propietarios tengáis unos mínimos conocimientos sobre educación y sobre todo, que empecéis a olvidaros de las “leyendas urbanas”.
La mayoría de los futuros propietarios de cachorros no son conscientes del tipo de problemas que les esperan, ni tampoco saben cómo prevenirlos, ni cómo resolverlos. Esto no va a ser fácil… (nadie dijo que lo fuera), porque la educación de un cachorro es costosa y lleva tiempo, pero intentaré daros las pautas para que sea todo un éxito. Además, habrá que pensar qué comportamientos son del todo inaceptables y cuales serán aceptables en función del dueño.
Bueno, pues espero que os guste, y os sirva de ayuda.
LA MATERIA PRIMA (Que raza me conviene?, que sexo?, cual es la procedencia del cachorro?, como elijo al cachorro?, cuando me llevo el cachorro a casa?)
Es importante pensar en la genética. Los rasgos heredados de nuestro cachorro, se acomodarán a la vida que llevará con nosotros????
1.- Qué raza me conviene?
Muchas personas eligen el perro porque les gusta su aspecto, sin plantearse las características de su conducta. Esta no es la mejor forma de elegir un compañero para que viva con nuestra familia durante los próximos 14 años. Por ejemplo, elegir un perro preparado para recorrer unos 45 kilómetros al día, para una familia en la que los dos progenitores trabajen muchas horas, puede suponer que los cuidadores se vuelvan locos, si no se vuelve loco antes el perro. Así pues pensad si queréis un perro afable, como sería un labrador, si buscáis un compañero para hacer deporte o que sea buen guardián, como por ejemplo un pastor alemán, si pensáis en un podenco para la caza o si os gusta un bulldog francés que sea cariñoso con vuestros niños, aunque como veremos en el párrafo siguiente, la raza no nos garantiza en absoluto el carácter.
La verdad es que, la raza, sólo juega un papel parcial en el carácter del cachorro. Afirmar que la pertenencia a una determinada raza no determina el carácter del perro, no es lo mismo, que negar la influencia genética en el comportamiento. Tras muchos años de debate, los expertos han llegado a la conclusión de que la conducta se entiende como el resultado de la interacción constante entre herencia y ambiente. El carácter de un perro, “nace y se hace”.
El efecto atribuible a la raza es más alto para determinados caracteres (como la excitabilidad o la actividad general), que para otros (como la demanda de afecto o la facilidad para ser entrenado). Por ello debe escogerse la raza que ofrece mejores “prestaciones”, pero sin descuidar el resto de elementos que determinan el temperamento del perro.
Sin embargo, si el cachorro ya está en casa, o no tiene una raza definida, podremos convertirlo en el cachorro perfecto, con un método de entrenamiento correcto y algo más de trabajo por nuestra parte.
En el caso de los gatos, la elección de una raza también puede ser relevante, ya que los persas y razas afines, son más tranquilos que los siameses, por ejemplo. Ahora bien, los cuidados de un gato de pelo largo, pueden resultar un inconveniente para algunas personas.
Independientemente de las diferencias de carácter entre machos y hembras, en lo que tendremos que pensar también a la hora de elegir el sexo de nuestro cachorro, es que con los machos nos podemos encontrar con problemas de marcaje (sobre todo en gatos), y que en el caso de las hembras, deberemos soportar los molestos celos, que no nos permitirán en el caso de las perras, sacarlas a pasear normalmente y nos mancharán la casa, y en el caso de las gatas deberemos aguantar los constantes maullidos.
A nivel de comportamiento, en el caso del perro, la elección de una hembra no nos garantiza, ni mucho menos, un animal dócil, pero sí que aumentan las probabilidades de que lo sea.
Las divergencias de carácter entre machos y hembras no son tan claras.
La conducta de los machos difiere de las hembras sólo en determinados aspectos del comportamiento, y no siempre de forma muy marcada. Por ejemplo, la tendencia de un perro a mostrarse dominante con las personas de la familia es muy superior en los machos. La facilidad para ser entrenadas es superior en las hembras, como también lo es su demanda de afecto. Algunas características como su grado de excitabilidad, no parece depender del sexo el perro.
En el caso de los gatos, a nivel de comportamiento, no parece que la elección de un macho o una hembra tenga mayor relevancia.
Ya tenemos un poco claro la raza y el sexo, pero es importante saber también la procedencia del cachorro que vamos incluir en nuestra familia, así que seguiremos hablando de ello.
3.- Cuál es la procedencia del cachorro?
Para un cachorro, el mejor comienzo posible, es nacer en un hogar bullicioso, donde pueda ir familiarizándose con todas las imágenes y sonidos que le acompañarán el resto de su vida. Si mantiene contacto físico a diario con otros congéneres, con niños y adultos y si juega con las visitas, estamos en buen camino. Por lo tanto el primero que inicia el proceso de socialización es el criador o la familia donde ha nacido el cachorro..
Por varias razones, el periodo neonatal (hasta los 12 días de vida), tiene consecuencias importantes sobre el desarrollo: Los animales que han sido manipulados en este periodo, muestran una maduración más rápida del Sistema Nervioso Central, abren los ojos a edad más temprana, crecen más deprisa y muestran coordinación motora antes que los no manipulados. Al llegar a la edad adulta, estos animales muestran una conducta exploratoria más intensa y aumenta la capacidad de aprendizaje.
Los perros criados en masa par el mercado de mascotas, han sufrido experiencias traumáticas y estrés desde edad muy temprana, por haber nacido en estas circunstancias y por haber viajado largas distancias desde muy pequeños.
Para que un futuro propietario pueda asegurarse de que no compra un perro de estas características, es importante en que insista en ver al cachorro en su entorno y con su madre, y no es recomendable que, para “ahorrarnos el paseo”, el criador nos traiga el cachorro a nuestra casa.
En el caso de los gatos, parece que los gatitos de madres que son manipuladas a menudo, así como que ésta sea cuidadosa, lo convertirán en un animal mucho más sociable.
Ya sabemos que cachorro queremos, ahora tenemos que elegirlo de entre todos… cómo lo hacemos????
El futuro cachorro ha de mostrarse relajado cuando le toquen desconocidos (como por ejemplo, nosotros que vamos a verlo por primera vez), debe acercarse con rapidez y confianza y moviendo felizmente el rabo.
Un cachorro bien socializado mostrará alegría y le gustará saludar con calma y amistosamente. Se mostrará contento cuando le levantemos del suelo o lo contengamos con suavidad. No se debe elegir un cachorro que se aplaste contra el suelo cuando nos aproximemos o que intente huir.
También resulta interesante hacer sonidos fuertes e inesperados y ver cómo reacciona el cachorro ante ellos.
También podemos utilizar el test de Campbell y observar sus reacciones. Consiste en 5 pruebas: Atención social hacia el hombre, capacidad de seguimiento al amo, aceptación de la obligación (respuesta a la contención), dominancia social (aceptación a la dominación del hombre) y dignidad.
Si es posible, no decidiremos la elección del cachorro en una única visita. Es aconsejable hacer varias visitas a la camada y a distintas horas del día.
Ver a los padres con los cachorros es un buen indicador del futuro carácter de la mascota. Los rasgos de nerviosismo suelen ser heredados, y también es probable que los cachorros que experimentan el miedo de la madre y una conducta agresiva ante extraños, aprendan ese comportamiento desde pequeños y lo manifiesten más adelante cuando maduren.
En el caso de los gatos, conocer a la madre y su reacción hacia nuestra presencia, nos permitirá valorar el contacto de nuestro futuro gatito con las personas.
Ya hemos decidido cuál va a ser nuestro cachorro. Sabemos la raza, el sexo, como se está socializando y sabemos de entre todos, cual es el que queremos que sea nuestro mejor amigo, ahora bien… cuando nos lo llevamos a casa?
5.- Cuándo llevarse un cachorro a casa?
La edad ideal para llevarnos al nuevo cachorro es a las 7 semanas (6 semanas podría valer en razas pequeñas, ya que maduran antes). Cuando el cachorro llega a casa ya casi ha transcurrido un mes de su socialización primaria.
Con la madre, el cachorro aprende los sistemas de comunicación (canina y felina), y será más capaz a la hora de afrontar correctamente los encuentros con otros perros cuando sea mayor. Los perros huérfanos o los que abandonan demasiado pronto la camada, no juegan con otros congéneres, les costará más comportarse con otros perros, lo que tendrá también consecuencias en el futuro; pueden ser díscolos y agresivos si no se salen con la suya, ya que nunca han aprendido a superar sus frustraciones ni a enfrentarse a sus sentimientos, lo cual sucede durante el destete.
El conocimiento de la especie a la que pertenece, no existe en el perro de forma innata, sino que debe aprenderse. El contacto repetido con su madre y sus hermanos de camada durante del periodo de socialización (de la 3ª a la 12ª semana), permitirá al cachorro, por así decirlo, que aprenda que es, en efecto, un perro.
No obstante, cuanto más tiempo pase con la camada, menos tiempo tendrá para conocer las costumbres humanas y será menos competente en los encuentros con personas. Por lo tanto la decisión sobre el momento adecuado para llevarse el cachorro a casa tiene que ser fruto de un compromiso. Como es más importante que los perros mascota interactúen mejor con las personas que con otros perros, habrá que dar más importancia a este aspecto. Si el cachorro está bien socializado con adultos y con niños y vive multitud de nuevas experiencias, tal vez sea mejor dejarlo con la camada hasta las 8 semanas. Si no es así, 7 semanas pueden ser una edad mejor para ir al nuevo hogar, donde el tiempo se invierte en aprender a formar parte de una familia humana.
En el caso de los gatos, el periodo de socialización se inicia antes y también termina antes, por lo que si nos llevamos el nuevo gatito a casa a las 7 semanas, debería haber iniciado su socialización antes, en el hogar de su madre.
Es interesante que antes de acostar al perro la primera noche, esté cansado y tenga sueño. Podemos jugar con él un rato antes de que se vaya a dormir, para gastar sus últimas energías.
Los nuevos propietarios piensan que es mejor que el perro, pase su primera noche sólo sin hacerle mucho caso, para que se vaya acostumbrando. En la opinión de los expertos, esto es un error, que hará al cachorro más vulnerable en el futuro a tener problemas de comportamiento, como ansiedad por separación. En un proceso natural, la separación madre cachorros se realiza de forma progresiva hasta que el animal tiene la suficiente madurez emocional para dormir sólo. Por lo tanto no tendrá sentido que su primera noche la pasara sólo, ya que no es natural para animales que viven en manada.
Lo ideal es que la primera noche, el cachorro la pase con nosotros, en nuestra habitación, dentro de un recinto (un corralito, una cajita de cartón o mejor aún, su Transportin) con una mantita para que se sienta acompañado. Esta manta se puede llevar unos días antes a la cama nido, para que luego el olor le resulte familiar. Si no es posible, también podemos darle una mantita que tenga nuestro olor. Si llora, esperaremos a que se tranquilice y después acudiremos para hacerle unas caricias o unas palabras suaves, sin hacerle demasiado caso. Si a media noche desea salir del recinto, puede ser que se haga pis. Le llevaremos al área destinada para ese fin y SOLO le haremos caso para felicitarle.
Al cabo de unos días el perro ya estará listo para dormir sólo, porque ya se habrá adaptado a su nueva casa.
Una vez que el cachorro ya haya aprendido a ser limpio en casa, a morder solo sus juguetes y a estar tranquilo y relajado, podrás permitirle que elija el lugar de la casa que desee par dormir, dentro o fuera, arriba o abajo, en la habitación o en la cama… siempre y cuando esa opción sea apropiada para ti.
Este punto es muy interesante cuando los nuevos propietarios son una pareja joven, que en unos años tendrán niños. Hay que tener proyección de futuro y pensar en los comportamientos que serán inaceptables para ellos cuando tengan un bebé.
Ya está nuestro cachorro con nosotros, y ya está durmiendo por primer día en nuestra casa, pero… que le daremos de comer cuando se despierte mañana????, os explicaré como darle un buen desayuno!!!!
ALIMENTACION DEL CACHORRO Y LAS MADRES GESTANTES Y LACTANTES
La alimentación de un perro, tiene que estar basada en un pienso de gama alta, si embargo, en el caso de los gatos, conviene que se acostumbren desde cachorros a la alimentación seca y a la húmeda por si más adelante, necesitan alimentarse con este tipo de dieta.
A lo largo de la vida de nuestra mascota, deberemos hacer cambios en la alimentación, y tenemos que tener en cuenta que, salvo prescripción médica, se harán SIEMPRE de forma progresiva, ya que si hacemos un cambio brusco en la alimentación, podemos desencadenarle problemas gastrointestinales.
Cuando un nuevo cachorro llega a casa, lo ideal es que sepamos qué está comiendo para seguir con la misma alimentación. Supuestamente nuestro cachorro ya tendrá dientes para alimentarse de pienso, así que pediremos al criador un poco de pienso del que ya está comiendo y preguntaremos la marca del mismo. Si queremos seguir con el mismo pienso, compraremos un paquete igual, y si queremos cambiarlo, compraremos el que decidamos, e iremos introduciéndolo en su dieta junto con el que nos ha dado el criador. (Los cambios progresivos de pienso, generalmente se hacen durante una semana).
Si nuestro perro/gato, todavía no es capaz de masticar bien el pienso, le daremos su ración (calculada a base de las tablas que vienen en los sacos), y le remojaremos el pienso con un poco de agua tibia para que se ablande y le sea más fácil de comer.
Los cachorritos, tienen que comer pienso específico de cachorro, y dentro de este tipo de pienso, deberemos elegir el que le convenga por su raza (raza pequeña, media, grande o gigante)
Si nuestro cachorro todavía no ha sido destetado (porque ha sido abandonado, o porque nosotros somos los criadores, y su mamá no puede alimentarlo), deberemos darle leche, pero NO leche de vaca. En las clínicas veterinarias y en tiendas especializadas, existe a la venta leche en polvo de perro y gato para preparar biberones, con todos los nutrientes que nuestra mascota va a necesitar en sus primeros días de vida.
Una vez que ya empiece a tener dientes y pueda masticar, iremos introduciendo el pienso en su dieta como hemos dicho anteriormente.
Si somos propietarios de una mamá gestante, tendremos que darle pienso de cachorro desde el momento en que confirmemos que está preñada, y seguiremos manteniendo este tipo de pienso hasta que sus cachorros se desteten. Como hemos dicho, tanto como para introducir la dieta de cachorro, como para volver al pienso de adulto, lo haremos de forma progresiva.
Tenemos que seguir trabajando con nuestro cachorro, ya dije que no iba a ser fácil… así que lo siguiente que veremos sobre comportamientos es como establecerle una rutina a nuestra nueva mascota, pero antes de eso, hablaremos de la desparasitación y de la vacunación
DESPARASITACIÓN Y VACUNACION
Ya tenemos nuestro cachorro en casa y ha pasado con nosotros su primera noche, y ya sabemos que darle de comer y como… ahora tendremos que seguir educándolo y enseñándole cosas, pero antes de eso, vamos a prevenirle de algunas enfermedades.
Es muy importante tener en cuenta que, tanto la vacunación como la desparasitación de un perro/gato, es algo que hay que hacer durante TODA LA VIDA de nuestra mascota, si bien es cierto, que no en todas las etapas de su vida será igual.
Tanto la desparasitación como la vacunación, son algo importantísimo, así que como hay que empezar por una, lo haré por orden cronológico, con la desparasitación, ya que NUNCA se ha de vacunar un perro/gato, que no esté correctamente desparasitado.
1.- La Desparasitación
Existe un sinfín de parásitos, pero aquí los voy a englobar en 2 bloques sencillos.
a) PARÁSITOS EXTERNOS (pulgas, garrapatas, piojos, ácaros….)
b) PARÁSITOS INTERNOS donde englobamos tres grupos
Los PLANOS
Los REDONDOS
La FILARIA (o gusano del corazón)
Generalmente esperamos a que el cachorro lleve tres o cuatro días en su nuevo hogar antes de desparasitarlo. Por qué hacemos esto?, pues esto se hace, porque a veces, los cachorros se estresan al llegar a su nuevo hogar, echan de menos a su mamá y sus hermanos, llegan a un sitio nuevo, con gente nueva, y a veces esto produce que no coman bien, que tengan diarrea, que no duerman lo suficiente… Si desparasitamos a un cachorro en cuanto llega a su nueva familia y se pone “malito”, no vamos a saber si es por estrés o si es porque la desparasitación no le ha sentado del todo bien. Por eso esperamos a que el cachorrito se adapte a su nueva situación antes de darle cualquier tipo de medicación (estamos hablando, claro está, de un cachorro sano, que no tiene ningún problema o enfermedad… si fuera así, se trataría inmediatamente)
La desparasitación de los perros y los gatos empieza a hacerse a las dos semanas de vida.
A los cachorros se les desparasita internamente con más frecuencia que a los adultos porque suelen producirse reinfestaciones, dependiendo del tipo de producto se darán las pautas específicas de cómo y cada cuanto tiempo.
El preventivo de filaria, es un tratamiento MENSUAL, que se administra durante toda la vida, desde que el cachorro cumple los 2 meses de edad. (Existe un preventivo de filaria inyectable, que se aplica anualmente, pero es mejor su administración en perros adultos)
Existen diferentes presentaciones de antiparasitarios externos, los hay en pastillas, en collares, en champús… y dependiendo del tipo, tendrán una duración u otra. Generalmente tienen presentación en spot-on (pipetas), que tienen una duración de un mes y algunos de ellos, se distribuyen a lo largo del cuerpo del animal a través de la grasa del pelo, en un plazo de unas 48 horas, por lo tanto tiene que haber grasa para que el producto se distribuya. Es por eso, que recomendamos que no se pongan las pipetas ni dos días antes, ni dos días después del baño.
Existen infinidad de antiparasitarios, y un sinfín de presentaciones (solas o combinadas), por eso podemos elegir el antiparasitario que más nos convenga (por precio, por comodidad, por prestaciones…)
2.- La Vacunación
Como ya hemos dicho anteriormente, NUNCA vacunaremos a un cachorro que no esté perfectamente desparasitado, al igual que no vacunaremos a un animal enfermo, con vómitos, diarreas, debilitado, con sospecha de que esté incubando algún proceso infeccioso o que esté tomando antibióticos.
Cuando se vacuna a un cachorro, lo normal, es que se vaya a su casa tan contento, y que no haya evidencia de esa vacuna, pero en algunas ocasiones, los cachorritos tienen un poquito de reacción a la vacuna, y se quedan un poco más “apagaditos”. En ese caso, hay que llamar al veterinario y consultarle lo que está pasado, porque puede que sea algo normal, o puede que haya un problema más serio, como sería una reacción a la vacuna.
Las primeras vacunas que se le ponen a un cachorro, es lo que se llama primo vacunación. A los perros se les empieza a vacunar a las 4 semanas, y se les vacuna de Tos de las Perreras, Moquillo, Parvovirus, Hepatitis, Leptospirosis y Rabia, necesitan recibir varias dosis que se separan en el tiempo entre dos y tres semanas, y a los gatos se les empieza a vacunar a las 9 semanas de edad y se les vacuna de Rinotraqueitis, Panleucopenia, Calicivirus, Leucemia, Peritonitis Infecciosa Felina y Rabia, también en tandas de vacunas que se separan tres o cuatro semanas entre si. Antes de vacunar a un gato de leucemia, habrá que hacerle un test para saber si ya tiene la enfermedad y cuando vacunemos de rabia, nuestro cachorrito, ya deberá llevar puesto su microchip. (La vacuna de Rabia no es obligatoria en gatos, salvo para cuando vayan a viajar, y es muy recomendable ponerla en gatos que salgan a la calle y puedan tener contacto con otros animales)
Pasados unos días después de haberle puesto la última vacuna, ya podremos sacar de paseo a nuestro cachorro, sin necesidad de tener que llevarlo en brazos. Ya podrá salir de paseo caminando a nuestro lado por la calle.
Después de la primo vacunación, tendremos que vacunar a nuestro perro/gato una vez al año.
ESTABLECIMIENTO DE UNA RUTINA
Es importante mantener al cachorro una rutina y darle a conocer las normas de la nueva casa desde el primer momento. Se adaptará con mayor facilidad a la vida en el hogar, si hay un orden en su vida durante las primeras semanas.
Contar con un horario escrito garantiza que, en un hogar bullicioso, no se olviden las necesidades del cachorro. Por ejemplo, dar de comer al cachorro a horas determinadas, facilita que aprenda a hacer las necesidades fuera de casa.
ENSEÑARLE A HACER SUS NECESIDADES EN EL LUGAR APROPIADO
En este apartado, vamos a hablar indudablemente de los perros, ya que los gatos, de forma innata, utilizan su bandeja de arena.
Este apartado lo voy a dividir en dos partes, ya que es un poco largo, pero no he querido acortarlo, ya que es algo por lo que generalmente los propietarios muestran bastante interés.
El aprendizaje de una conducta higiénica fiable, se basa fundamentalmente en tres pilares:
1.- El control de la alimentación
2.- La educación mediante métodos de condicionamiento sin castigo
3.- La limpieza a fondo de los “errores eventuales” que en cualquier caso serán escasos, si seguimos las dos pautas anteriores.
1.- Control de la alimentación
Hay que establecer horarios regulares de comida, ya que la hora de la ingesta, determina la hora a la que el perro tendrá ganas de evacuar. Un cachorro tiende a defecar, después de comer. Esto es por el reflejo gastrocólico y el perro, tiende a defecar desde nada más comer, hasta aproximadamente media hora después de haber comido.
Hay que medir la cantidad de pienso y dejarle 15 minutos el bol, o en según que casos, introducir el alimento dentro de un juguete tipo Kong, para prevenir comportamientos destructivos. Si utilizamos este juguete, se lo daremos en los momentos en los que necesitamos que se entretenga, o en los que el perro tenga que entender que tiene una recompensa por algo, por ejemplo, cuando nos vamos a ausentar de casa y el perro se va a quedar sólo. Podemos darle el Kong para que se entretenga jugando y para que entienda que el quedarse separado de sus dueños tiene una recompensa en forma de premios (comida). Si utilizamos el Kong, hay que descontar en la tomas de la comida lo que en él se le haya dado.
2.- Educación mediante métodos de condicionamiento sin castigo (El refuerzo positivo)
Hay que aplicar una pauta mediante refuerzo positivo, ya que la conducta premiada tiende a repetirse y las que no tienen refuerzo, tienden a extinguirse. Vigilar que el perro no obtenga refuerzos positivos por una conducta indeseada, es distinto que infringir un castigo.
La Regla De Oro para educar a cualquier ser vivo, es ponerle en una situación en la que tiene una altísima probabilidad de hacerlo bien, y reforzar la buena conducta con algo que lo motive (caricias, comida, juego o cualquier otro variante de atención concentrada).
Hay que tener en cuenta, que los perros son fantásticos alumnos, así que cuando el perro falla, es porque falla la técnica en primer lugar o porque no hemos sabido motivarle.
Castigar los errores es totalmente contraproducente, porque es la forma más fácil de enseñarle a defecar y orinar a escondidas, en otra habitación donde no estemos. Cuando le castigamos por hacerlo mal, no le estamos explicando la forma de hacerlo bien.
Y si le pillamos in fraganti? Sólo deberíamos utilizar un “fuera, fuera” con tono de urgencia y voz suave. Las reprimendas no instructivas son, pese a su aparente eficacia inmediata, origen de muchos y graves problemas de conducta. La clave está en la prevención, no en los castigos ni en la disciplina; es decir en la autodisciplina por parte del propietario. Los fallos del perro son en realidad faltas en nuestra previsión.
3.- Limpieza a fondo de los “errores eventuales” que en cualquier caso serán escasos si seguimos las dos primeras pautas.
Antes de analizar cada apartado, haré unas puntualizaciones:
* No se debe esperar que un perro sea fiable hasta los 5-6 meses de edad (incluso 8). Los cachorros de menos de 4 meses tienen un control limitado de la conducta eliminatoria, si bien éste es mayor para las micciones que para las defecaciones. Muchos cachorros no dejan de hacer sus necesidades en casa hasta los 6 meses, por lo que hay que tener paciencia y mantener la disciplina. No debemos desesperarnos, porque aunque lo estemos haciendo bien, y reforcemos la conducta positiva, tenemos que tener en cuenta, que ellos (los perros), no tienen aun el control total de los esfínteres. Hacia los siete u ocho meses ya no deberían ocurrir accidentes.
* Hay circunstancias en el historial de aprendizaje del perro que pueden dificultar este proceso, por ejemplo, animales confinados en tiendas.
* Entrenar a un perro a hacer sus necesidades fuera de casa, es una tarea que al principio requerirá bastante esfuerzo por parte del propietario. El éxito en la educación del cachorro en lo referente al lugar para hacer sus necesidades y los objetos que puede mordisquear, lo tiene que aprender por sí mismo, mediante estrecha vigilancia, para prevenir errores y establecer unos buenos hábitos desde el primer momento. Cuanto más tiempo inviertas al principio, más tiempo ahorrarás después en educación.
* Lo que más influye en la rapidez con la que un cachorro aprende a no hacer sus necesidades dentro de casa, es el tiempo y el esfuerzo que se les dedique.
Un entrenamiento sin errores es la forma más rápida de establecer una conducta higiénica fiable en nuestro perro. Según los expertos, los tres secretos de un entrenamiento sin errores son:
1º.- Anticiparse a los deseos eliminatorios del cachorro: recopilar información sobre los horarios de ingesta y evacuación y realizar una tabla con la información.
2º.- Hacer salidas cortas pero frecuentes al área designada: Sacar al cachorro a un área determinada cada 30 ó 45 minutos durante los periodos de actividad e inmediatamente proclives a la evacuación, como son, los dos minutos siguientes a despertarse, tras comer, tras jugar y 1 ó 2 veces durante la noche.
Una forma de evitar los accidente nocturnos es, invitar al perro a dormir con nosotros cuando ya es fiable durante el día. Además, este tiempo de compañía es muy importante para los perros cuyos propietarios pasan mucho tiempo fuera de casa.
Cuando saquemos al perro al área designada (que será siempre la misma, para facilitar el aprendizaje), lo haremos caminando con decisión para evitar que evacúe en el trayecto y luego deteniéndonos en el lugar designado.
Llegados a la zona puede que el perro evacúe o no. Si no lo hace, en lugar de alargar el paseo, volveremos a casa para realizar otro nuevo intento 10 ó 20 minutos después, salvo en el paseo de la mañana, donde podemos prolongar el paseo, con la seguridad de que la evacuación se producirá. Por ello hay que tratar de despertarse antes que el perro, para evitar accidentes. Si aprovechamos las ocasiones de refuerzo, se acortará e tiempo de entrenamiento y nos ahorraremos mucho trabajo.
Si defeca u orina en el lugar predeterminado, no volveremos a casa inmediatamente, sino que prolongaremos el paseo en forma de premio. De lo contrario, aprenderá en pocos días a retenerse para no acabar el paseo (mecanismo de castigo negativo).
3º.- Llevar a cabo una correcta supervisión dentro de casa: Cuando el propietario está encasa y puede ocuparse del cachorro, lo ideal es que cada hora se realice una pequeña sesión de juegos, si en algún momento no dispones de tiempo se le colocará en el área de juegos.
Vamos a hablar del área de confinamiento para periodos cortos, así que lo primero de todo vamos a saber exactamente que es.
El área de confinamiento para periodos cortos es una medida temporal que evitará que el cachorro cometa errores, ya que cada error es un “pequeño desastre”, que dificultará su aprendizaje y es un poco un arma de doble filo, porque puede ser útil si se utiliza para realizar confinamiento constructivo (estancias muy cortas y como medida temporal), pero puede ser muy perjudicial cuando se confina a los cachorros durante un periodo tan largo que necesita aliviarse en el mismo lugar.
Para periodos cortos (menos de una hora) podemos poner al perro en su transportín (área de confinamiento para periodos cortos). Si utilizamos el área de confinamiento para periodos cortos, en ella debemos incluir una cama confortable y algunos juguetes rellenos para morder.
Cuál es el objetivo de este área? Enseñar al cachorro a ser un “adicto” a los juguetes para mordisquear, con lo que aprenderá a permanecer relajado, tranquilo y en silencio, y también poder predecir cuando necesita hacer sus necesidades (al restringirlo en su cama, a menudo inhibe la micción y la defecación, así que necesitará hacerlo cuando lo saquemos a la calle).
El área del transportín ha de ser lo suficientemente grande para que el perro se pueda poner de pie, pero no como para que pueda desplazarse y pueda buscar un sitio apartado para hacer sus necesidades. El acostumbramiento al transportín ha de hacerse de forma progresiva y con premios (comida). Primero acercando el comedero, luego metiéndolo dentro y finalmente escondiendo cosas riquísimas debajo de la manta. Él tiene que entender las cosas tan maravillosas que pasan en ese lugar!!!!
Otra técnica es la de cordón umbilical, que consiste en atar al cachorro a nuestra cintura para que no pueda hacer sus necesidades sin que lo advirtamos a tiempo de sacarlo a la calle. Se recomienda como entrenamiento de elección el método del cordón umbilical, ya que tiene menos riesgo si no se realiza de forma correcta.
Cada hora sin excepción, se llevará al perro al área designada para hacer sus necesidades, sin entretenernos ni pararnos. Le estimularemos usando palabras con la entonación apropiada y moviéndonos en círculos. Le daremos más o menos tres minutos para hacer sus necesidades. Hay que felicitarle SIEMPRE y cada una de las veces que orine o defeque.
Cuando el propietario no está en casa, el cachorro se quedará confinado en un área de juego (área de confinamiento para periodos largos), por ejemplo en la cocina, que es un lugar de paso y punto de reunión para la gente y donde siempre pasan cosas interesantes. Así el cachorro se acostumbrará a muchas imágenes, sonidos y olores. Además las cocinas suelen tener un suelo muy fácil de limpiar hasta que le cachorro aprenda a controlar los esfínteres.
El área debe tener: una cama confortable, un bebedero con agua limpia y fresca, abundantes juguetes para mordisquear (es recomendable que se puedan rellenar de comida) y un lugar adecuado para hacer sus necesidades lo más alejado posible del agua y la cama.
El objetivo de esta área es mantener al cachorro en una zona donde podamos prevenir errores. De otra forma, si dejamos al cachorro libre por toda la casa, aprenderá a morder todo lo que encuentre y a hacer sus necesidades donde primero se le ocurra. Cometerá errores que luego tendremos que solucionar. La mejor forma de educar es evitar que el perro cometa errores.
Es necesario establecer un área de evacuación en la casa cuando el propietario se vaya a ausentar más de una hora. Esta zona está alejada de la zona de descanso y podemos cubrirla con periódicos. Al principio una gran superficie que progresivamente iremos reduciendo, pero siempre será igual o superior al doble de la necesitada.
Ya que los animales tienden a volver a hacer sus necesidades donde ya lo hicieron antes, se recomienda utilizar limpiadores enzimáticos que descomponen la materia orgánica.
APRENDER LA INHIBICIÓN DEL MORDISCO
Hay que partir de la base de que para un cachorro, todo es un juguete masticable hasta que se diga lo contrario, por lo tanto, la primera regla será la de controlar el entorno: los zapatos en el armario, las toallas en los cajones y las revistas en las estanterías más altas.
Una correcta inhibición del mordisco junto con una buena socialización constituyen los puntos clave en el desarrollo del cachorro y en su futura vida adulto. Hacia los cuatro meses y medio de vida de nuestro cachorro, la inhibición del mordisco debería estar conseguida, antes de que el perro desarrolle una mandíbula fuerte.
A medida que tu cachorro aprenda a jugar con juguetes, habrá que establecer la regla de que: toda conducta inaceptable provocará el fin del juego. En las conductas inaceptables incluiremos todo lo que no queramos que haga cuando sea adulto. Imaginemos que cuando haya crecido del todo y quiera jugar con un niño… Será aceptable que gruña al niño incluso jugando??? Se asustará el niño si el perro le muerde los dedos jugando a tirar del juguete para que lo suelte??? Es adecuado que el perro se aproxime corriendo al niño e intente arrebatarle el juguete de un mordisco????.
Los castigos físicos deben ser desterrados definitivamente, y como siempre, deberemos premiar al cachorro cuando su conducta sea la adecuada.
La inhibición del mordisco se hará en dos etapas:
1.- Modulación de la intensidad del mordisco
2.- Reducir la frecuencia de los mordiscos.
MODULACIÓN DE LA INTENSIDAD DEL MORDISCO
Mientras el cachorro juega con nosotros hay que hacerle saber que las mordidas hacen daño. Un simple ¡ay! normalmente es suficiente. Debemos hacer que el cachorro pare el juego y se siente y se tumbe, como técnica de relajación. Si un ¡ay! no es suficiente nos levantaremos y nos marcharemos lentamente de la habitación. De esta forma el perro aprenderá que morder sin control va seguido del fin del juego.
Cuando volvamos a jugar con el cachorro y no nos muerda, habrá que hacerle saber que lo está haciendo bien, así que es un buen momento para darle una recompensa en forma de premio.
De todos modos es interesante continuar con los ejercicios de inhibición porque la mordedura del perro cambia y se hace más fuerte con la edad. Es interesante darle de comer en la mano con regularidad y limpiarle los dientes todos los días, ya que este ejercicio requiere una mano dentro de la boca.
REDUCIR LA FRECUENCIA DE LOS MORDISCOS
Una vez que el perro ha aprendido a morder con suavidad (llevar objetos en su boca), hay que disminuir la frecuencia de ese hábito. Es decir, tendrá que soltar el juguete cuando se le ordene “suelta”. Se le mostrará un premio que se le ofrecerá cuando suelte.
Sería recomendable que el perro haya dejado de agarrar a la gente con la boca cuando tenga entre seis y ocho meses. De todos modos, como dijimos en el apartado anterior, es interesante continuar con los ejercicios de modulación y realizar actividades que requieran tener una mano dentro de la boca.
Es un error castigar al cachorro para que deje de morder. En el mejor de los casos, el cachorro dejará de morder a aquellos miembros de la familia que son capaces de castigarlo de forma efectiva, pero en su lugar dirigirá los mordiscos hacia aquellos que no ejercen ningún control sobre él, como por ejemplo, los niños. Y lo que es peor, como el cachorro no hace ningún amago de agarrarlos con la boca, los padres no serán conscientes del peligro implícito. Puede que de hecho el cachorro no haga amago de agarrar con la boca a nadie más, por lo que no se le enseña a inhibir la intensidad de sus mordiscos. Todo va bien hasta que un día se le pisa una pata por accidente y entonces el perro muerde y las heridas son profundas porque no ha aprendido a modular la intensidad de sus mordiscos.
APRENDER A QUEDARSE SOLO
Tenemos que tener en cuenta que, los cachorros, como todos los animales pequeños e indefensos, tienen miedo al abandono de su figura materna hasta que maduran y empiezan a confiar más en sí mismos. No hay que olvidar que además estamos ante un animal sociable, que necesita la compañía.
Como ahora el propietario es el sustituto de la madre, habrá que enseñarle gradualmente al cachorro a ser independiente de manera parecida a como sería en la naturaleza. Este aprendizaje evitará la aparición en el futuro de problemas de comportamiento muy frecuentes como la ansiedad por separación (de la que hablaremos un poco más adelante).
Es interesante practicar cerrando puertas detrás de nosotros para que no pueda seguirnos de habitación en habitación. Lo haremos cuando no vayamos a tardar en volver a la habitación donde él se encuentra, así aprenderá que vamos a volver pronto y no tendrá de que preocuparse.
No se debe entrar en la habitación cuando el perro esté armando jaleo porque estaríamos recompensando esta conducta. La idea es entrar cuando se quede en silencio un momento; si le dejamos llorando durante horas sólo conseguiremos que tenga miedo a quedarse sólo. Aumentaremos gradualmente la duración hasta que las ausencias seas más largas, pero nunca más de lo que el cachorro pueda soportar. Si es un animal más cariñoso y dado a la compañía, necesitaremos más tiempo que si tiene un carácter más independiente.
No hay que castigar al perro al volver tras una ausencia. NO IMPORTA LO QUE HAYA HECHO MIENTRAS HEMOS ESTADO FUERA. El perro no podrá relacionar el castigo con lo que ha hecho, ni impediremos que lo haga la próxima vez. Sin embargo, lo que pensará es que estamos enfadados por haber regresado. Esto hará que sienta ansiedad la próxima vez que nos vayamos porque ahora está preocupado por el regreso y quizá derive en problemas de ansiedad por separación.
Está demostrado que el castigo menoscaba el vínculo entre el hombre y el perro o el gato, cuando el vínculo es en lo que basamos el aprendizaje.
El lenguaje corporal que el perro exhibe ante nuestro enfado, no se corresponde a un sentimiento de culpa. Se trata de señales de calma que el perro nos envía para intentar tranquilizarnos, y no a que: “como sabe lo que ha hecho…”
Seguro que vuestro cachorro aprende enseguida a quedarse sólo. Solo hay que ponerle ganas y un poquito de paciencia.
JUGUETES
Los juguetes han de ser juguetes. No se recomienda ofrecerles toallas viejas o zapatillas, porque el perro no los podrá discriminar de toallas o zapatillas nuevas.
No recomiendo dar juguetes con formas que puedan confundir al cachorro (aunque sean juguetes), por ejemplo, juguetes con forma de zapato, de mando de la tele, etc.
Es mejor que le perro tenga 2-3 juguetes a su alcance, son muy interesantes los que se rellenan de comida, porque “estimulan” al perro (juguetes del tipo Kong).
En el caso de los gatos hay comederos que a la vez sirven para jugar por la forma de obtener la comida.
A los gatos les encantan los juguetes pequeños y que se deslicen muy bien, porque así los pueden “cazar”, les gustan los que tiene pequeñas “cosas” para atrapar colgando, y les encantan los juguetes donde se pueden esconder como una caja. También les divierte mucho “atrapar” la luz que sale de un puntero láser. Hay que tener en cuenta, que cuando juguemos con nuestro gato a que atrape algo que le proporcionamos nosotros, cada unos cuantos intentos hay que dejar que lo atrape para no frustrarlo.
SOCIALIZACION
Los cachorros tardan poco en crecer si se les compara con los seres humanos, así que debes dedicar mucho tiempo y esfuerzo durante su primer año de vida para asegurarte de que se cría correctamente.
Las primeras semanas de vida de un perro tienen un efecto extraordinariamente importante sobre su comportamiento posterior. Esto es debido, sobre todo, a la existencia de un periodo denominado socialización. El periodo de socialización del perro/gato es una etapa sensible en el desarrollo de la conducta, es decir, un tiempo en el que el ambiente tiene un efecto particularmente intenso y duradero sobre la conducta posterior del individuo.
Desde el periodo de socialización, los cachorros aprenden como interactuar con otros de forma apropiada. En estos primeros días (entre la 3 y la 12 semana en el perro y entre la 2 y la 7 semana en el gato), aprenden que objetos y animales son seguros. Si tienen suficientes experiencias positivas con otros congéneres, aprenderán que éstos son amistosos. Si pierden esta oportunidad, pueden asustarse de otros animales.
Aquellos objetos y animales con los que no tenga contacto durante este periodo, desencadenarán en el cachorro una fuerte respuesta de miedo en el futuro. Después de este periodo (socialización), la configuración predeterminada en los animales es tener miedo a las cosas nuevas. Esa es la razón por la cual los animales no salen del bosque a saludarnos como pasa en las películas de dibujos animados.
Si en su socialización los perros y los gatos no tienen suficiente contacto positivo con los humanos y con los objetos cotidianos del día a día (coches, perros, gatos, sombreros, paraguas), cuando maduren podrían actuar tan asustadizos como animales salvajes.
Es bueno por lo tanto sacar al perro de casa (en brazos antes de la vacunación), para que se vaya familiarizando con todo aquello que el día de mañana será lo cotidiano. Es interesante invitar a personas a nuestra casa para que interactúen con el cachorro, de ambos sexos y de distintas edades, y también es beneficioso que se junte con otros de su especie, siempre y cuando sepamos que los otros están sanos, desparasitados y vacunados y que sea en un lugar donde sepamos que no hay posibilidad de contagio de enfermedades.
Las clases de cachorros resultan también muy interesantes porque estructuran el proceso de socialización y aprendizaje. Para muchas personas es desconocido el hecho de que los perros no saben comportarse en grupo de forma instintiva, sino que aprenden su código de conducto mediante las interacciones con otros perros. Me parece una inversión muy buena si consideramos los años que vivirá nuestro perro.
ADIESTRAMIENTO
En el adiestramiento canino, es muy aconsejable enseñarle al perro algunas órdenes básicas como “sentado”, “tumbado” o “quieto”. De esta forma tenemos un control sobre el perro que nos facilitará la vida en común.
Pero además esto beneficia enormemente al perro porque le enseña autocontrol y a regular su impulsividad. Podemos utilizar la orden de “sentado” antes de que el perro obtenga cualquier cosa que desee adquirir, de esta forma le estaremos enseñando a pedir las cosas “por favor”.
En algunas ocasiones puede resultar interesante consultar con adiestradores (que siempre trabajan en positivo) para que nos marquen unas pautas claras y el proceso sea más rápido. Él también nos enseñará a no reforzar de forma involuntaria, conductas que en realidad queramos hacer desaparecer.
En el caso del adiestramiento felino, poco hay que decir, ya que el gato tiene unas pautas de conducta muy concretas, en las que tampoco podemos hacer mucho.
Quizá el punto más interesante para el propietario sean los arañazos en diferentes objetos de la casa. El gato araña para marcar su territorio de forma visual y para dejar señales olfativas. Este comportamiento aparece en las primeras semanas de vida, así que es interesante comprarle un rascador y que se acostumbre a él. El rascador puede ser horizontal o vertical y deberá ser estable, la zona de rascado será de un material que le guste al gato (como por ejemplo cuerda) y deberá estar en su zona de descanso o en un lugar de paso, donde el gato lo vea muy a menudo. Si rasca en un lugar inapropiado, podemos forrarlo con papel de aluminio o de celofán. También existen rascadores planos que se adaptan a este tipo lugares inapropiados, como por ejemplo brazos de sofás y esquinas.
Es muy bueno en la educación felina, acostumbrar al gato a diferentes texturas de comidas para mascotas, para que se habitúe a ellas. Esto evitará que en el futuro se niegue a comer un alimento nuevo, que sea prescrito por razones de salud.
Nos quedan por ver dos temas muy importantes como son la ansiedad por separación y el estrés en el gato. Iremos poco a poco.
ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
La Ansiedad por Separación, a partir de ahora APS, es uno de los problemas de comportamiento más comunes que nos podemos encontrar en las clínicas. Supone de un 20 a un 40 % de los problemas de comportamiento que se detectan en la consulta de etología animal. Determina un alto número de rechazos hacia el animal y frecuentes eutanasias.
1.- Definición
La APS aparece cuando el perro no tiene contacto con sus propietarios y se manifiestan una serie de cambios de conducta, como: problemas de destrucción, vocalización y eliminación incorrecta. No todos los perros muestran los tres cambios citados a la vez, e incluso pueden mostrar otros comportamientos como anorexia, letargia y otros signos de estrés.
La APS no tiene una causa concreta y específica, sino que es el resultado de la interacción de numerosos factores, que facilitan que en perros predispuestos aparezca.
- Separación tardía o temprana de la madre y de los otros cachorros
- Imposibilidad de ir exponiendo al cachorro a situaciones de ausencia
- Prácticas inadecuadas de socialización. (Pegar al cachorro).
- A veces, perros adoptados, ya sea de albergue o que pasan de un hogar a otro.
- Cambios bruscos de rutinas. Mudanzas, nuevos miembros de la familia, ausencias largas o permanentes de un miembro de la familia.
- Disfunción cognitiva
- Razas que hayan sido escogidas para trabajos de continuo contacto con el responsable humano, tales como perros guía
- Trastornos de ansiedad persistentes en el perro, como fobias o comportamientos estereotipados
Los cambios de conducta aparecen la mayoría de las veces cuando el perro está sólo o no tiene acceso al propietario. Pero no es sólo un problema que sobreviene cuando el dueño no está, la APS se mantiene en todo momento, son animales que padecen continuamente estrés, lo que sucede es que se manifiesta de forma más evidente cuando el dueño no está presente. La APS realmente es una patología que el animal sufre aun en presencia del dueño, por una relación de hiperapego hacia uno o más miembros de la familia.
2.- Que es el hiperapego?
El hiperapego es un vínculo patológico dependencia excesiva con sus propietarios. El animal precisa estar de forma continúa con sus responsables para estar aparentemente bien, son animales que exigen atención constante del individuo objeto del apego. El perro le sigue por toda la casa y le espera detrás de las puertas cuando esta se cierra, un perro sombra, con gesto y actitudes excesivas tanto previas como posteriores a las ausencias del propietario.
Según algunos el hiperapego es condición necesaria para que se desarrolle la APS, otros indican que si bien existe una relación significativa hay animales con APS sin hiperapego.
Según algunos autores existen tres grupos según este criterio de APS:
TIPO A: Hiperapego primario que se produce por la continuidad del vínculo de apego de la madre a un individuo en particular. Se desencadena en el cachorro en el tránsito del contacto de la madre con el propietario.
TIPO B: No presentan hiperapego en el momento de ser cachorros sino más tarde a cualquier edad, por cambios ambientales, del propietario, rutinas, mudanzas, abandono en un albergue, perros mayores con menor capacidad a cambios externos.
TIPO C: Desarrollan síntomas de APS en respuesta a un estímulo aversivo que ocurre en ausencia del propietario, como resultado, se genera un miedo condicionado al aislamiento. No suelen mostrar hiperapego, excepto si el estímulo que los provoca, se presenta cuando el dueño está en casa.
Si un cachorro o perro adulto siente que su entorno es inestable, lo más normal es que sienta angustia y miedo.
La ansiedad implica un sentido anticipatorio de amenaza, es decir, ante unas señales de aviso, como que el propietario se prepare para salir, empieza a sentir miedo.
Otro sentimiento que aparece es el de la frustración, ya que el animal emplea todos sus recursos para que aparezca el propietario, pero fracasa en sus intentos.
Algunos perros continúan con esta conducta pese a que se les castigue por llorar o aullar, el animal experimenta una necesidad de consuelo, el perro necesita un apaciguamiento de ese ser con el que tiene el vínculo y aumenta aún más la ansiedad.
Cuando el animal siente que se ha quedado separado del grupo, la adrenalina prepara el cuerpo y a la mente para una situación de peligro, impidiendo una toma de decisiones normales. Los animales destrozan cosas, realizan vocalizaciones persistentes y eliminaciones inadecuadas.
Los signos de estrés crónicos en un perro que sufre APS de forma prolongada son:
- Jadeo, temblores, hiperactividad, falta de concentración o atención, somnolencia y dormir en exceso.
- Mayor frecuencia de micción y defecación, vómitos, diarrea, estreñimiento.
- Automutilación, aseo excesivo, trastornos cutáneos.
- Comportamientos compulsivos, ladrar, perseguirse la cola…
- Actividades de desplazamiento
- Señales de calma
Las actividades de desplazamiento son aquellas en las que un animal, ante una situación en que se le pide algo, debido al intenso estrés, nos muestra otra, es una señal de confusión, tales como sacudirse continuamente, como si acabara de salir de un baño, o la sed excesiva.
Señales de calma: Los perros ante situaciones de estrés para apaciguar a otros individuos muestran ciertos comportamientos como parte normal de sus interacciones, que pueden servirnos de guía y referencia
- Girar la cabeza o desviar la mirada
- Girar totalmente la espalda
- Olfatear el suelo
- Lamerse el hocico
- Inmovilización
- Andar despacio y con movimientos lentos
- Sentarse o agacharse
- Posición de juego
- Bostezos
3.- Desarrollo
La APS se desencadena antes de que el propietario salga, cuando se está preparando para ir a la calle, todos los acontecimientos previos que se realizan hacen saltar los procesos neuroendocrinos. El animal cuando se produce la salida ya se encuentra sensibilizado y alterado. El estrés continua hasta que alcanza la situación más alta hacía la media hora después de la partida del dueño, a partir de ese momento la excitación y angustia bajan lentamente a un ritmo variable.
A medida que un perro se recupera, cualquier nuevo estímulo puede volver a sensibilizarlo de manera inmediata, provocando otra crisis y repitiéndose de nuevo. Este proceso cíclico puede continuar hasta que regrese el dueño.
Los perros empiezan siguiendo a los dueños antes de su partida y cuando esto sucede se pueden dar los signos juntos o por separado de vocalización, destrucción de cosas inapropiadas, revisión exhaustiva, aumento de la defecación, y la micción y babeo sobre todo a nivel de la puerta. También puede haber signos de agresividad al propietario al intento de la salida.
Como consecuencia se puede encontrar afonía, traumatismo laríngeo por el ladrido constante y frenético, traumatismo en el hocico y los dientes por morder cosas inapropiadas, traumatismo en las patas, las uñas y las almohadillas y automutilación debida a la excesiva limpieza en flancos y patas.
4.- Como saber si tu perro tiene APS ?
El diagnóstico de la APS se suele realizar por los síntomas que hemos descrito, pero hay que tener en cuenta que hay otros procesos que también cursan con esos síntomas.
Es imprescindible recoger toda la información posible para que el veterinario pueda diferenciar estos síntomas de otros problemas de comportamiento o médicos.
Es aconsejable grabar al animal antes de la marcha y durante la primera media hora después de la llegada, que suele ser cuando se expresan los síntomas. Esto le permite al veterinario conocer cuál es el comportamiento del perro, las vocalizaciones, el temor, tono de ansiedad, pudiendo llegar a conocer cuando alcanza el pico de ansiedad y cuando encuentra el perro más calma. Observar si hay estímulos externos que desencadenen nuevas crisis. Y también este procedimiento permite saber si el animal bebe, come y descansa pese a la ausencia del dueño.
El veterinario deberá tener cuanta más información mejor, así que si sospechas que tu perro puede tener APS, puedes llevarle información sobre estos puntos, Que objetos rompe? Se producen los destrozos en las zonas de salida? Como son las vocalizaciones? Aparecen desperdigadas y pisoteadas las eliminaciones? Sucede sólo cuando no estás con el perro o también en tu presencia? Cuál es el origen de tu mascota? Como fue su socialización? Qué edad tenía tu perro cuando aparecieron los síntomas? Ha habido algún cambio de rutina en la unidad familiar? El problema ha ido a más? Como se relaciona con otros perros? Como se relaciona con otras personas? Tiene miedo a ruidos fuertes o extraños?
Como ya hemos dicho, los signos de los que hemos hablado pueden ser síntoma de la APS o también de problemas de comportamiento así como de alteraciones médicas, por lo tanto, lo primero sería descartar cualquier proceso patológico. Es imprescindible entonces una evaluación de la salud del animal, que incluya una exploración clínica y una analítica.
Respecto a la eliminación inadecuada, puede ser por falta de adiestramiento, por buscar evitar el castigo cuando realiza la deposición y aprovecha a hacerlo cuando está sólo, por rutinas inadecuadas, por un problema médico o porque no tenga la suficiente madurez para controlar sus esfínteres.
Respecto a la destrucción, otras causas podrían ser: comportamiento de juego, exploración, aburrimiento o estimulación externa. Si es por APS normalmente se producen en los puntos de salida y tienen predilección por los objetos personales del dueño, ya que tienen su olor. Se produce tras los primeros 20 minutos después de la ausencia del dueño.
Respecto a la vocalización, puede ser por estímulos externos como el aburrimiento, otros perros cercanos ladrando o ruidos externos. En la APS generalmente aparecen entre los 30 y los 60 minutos después de la partida del dueño.
5.- Cómo ayudar a tu perro con APS?
Es un problema que puede ser controlado y se debe seguir un protocolo individualizado según las necesidades.. En general estos protocolos incluyen unas pautas de modificación de conducta que lleven a incrementar la independencia del animal y establecer un vínculo de confianza en el propietario en un entorno más estable y predecible.
Es conveniente una coherencia en los criterios y que las normas que se establezcan las cumplan todas las personas del entorno, para aumentar así la eficacia del tratamiento.
Así se establece: El Manejo del Ambiente:
- Aumentar las salidas y el ejercicio físico en general
- Incrementar el juego, proporcionar juguetes como el Kong
- Procurar ejercicio mental, aparte del físico. Hay protocolos de relajación, que consisten en ejercicios pautados y progresivos con órdenes que se basan en reforzar la calma de una manera positiva y crear un vínculo adecuado con el perro
- Es imprescindible acudir al veterinario para que nos de las pautas y nos ayude a solucionar la APS, porque como ya hemos dicho, es una patología.
Vamos a dedicarnos a los gatos, que los hemos tenido un poco olvidados de momento en el Rincón del Cachorro.
EL ESTRÉS EN EL GATO
1.- Introducción
Situaciones de estrés provocan que muchos gatos sufran alteraciones en su comportamiento como pueden ser, marcaje con orina, agresividad, depresión, ansiedad… El estrés implica una respuesta de adaptación ante el cambio, pero algunos gatos no se adaptan adecuadamente o el tiempo de adaptación es largo, ya que depende de factores genéticos y de las experiencias vividas durante el desarrollo y la socialización.
La estabilidad del entorno del gato es fundamental para la estabilidad en su comportamiento, por tanto, el estrés aparece al producirse cambios en su territorio.
El gato divide su territorio en zonas de descanso, comida, juego, eliminación y exploración, mediante la utilización de marcas olfativas y visuales (marcaje con orina y heces, marcaje facial y marcaje con uñas.)
El marcaje con orina, lo ampliaremos un poco más adelante, pero del marcaje facial podemos resaltar, que consiste en depositar feromonas familiares en su entorno. Es una actividad individual, diaria y necesaria para el reconocimiento como familiar de su entorno. Es una marca olfativa y su fin es el propio gato y no otros gatos., La desaparición de las feromonas faciales en su entorno provoca la desorganización de éste y la aparición de cuadros de estrés.
Hay muchas situaciones habituales potencialmente estresantes para un gato:
1.- Cambio de casa. Al cambiar de casa todas sus marcas faciales desaparecen y también todas sus zonas de descanso, juego… y aparece el estrés y sus consecuencias.
2.- Obras de reforma y/o pintura de la casa: Desaparecen todas las marcas faciales del gato y hay entrada en el hogar de personas ajenas y material, se hacen ruidos extraños y se mueven muchos objetos.
3.- Nacimiento de un bebe: Nuevas personas en casa. Cuando nace un bebé hay muchas más personas transitando por la casa, e incluso no es raro que algún familiar venga a pasar unos días a casa. Es frecuente por lo tanto que se le impida al gato hacer cosas que antes hacía con naturalidad como el acceso normal a habitaciones y además se juega menos con él, las personas que viven con él le miran con recelo…
4.- Vacaciones con el gato: Cuando llegamos al lugar de destino, no están las marcas faciales de nuestro gato. Además pasa miedo durante el viaje, se cambian todas sus zonas y en algunos casos, comparte casa con la mascota de otro familiar o con múltiples niños.
5.- Vacaciones sin el gato: En estas ocasiones el gato se queda en su casa con suficiente comida y agua, pero muchos gatos son muy dependientes de sus rutinas y la falta de los miembros de la familia y la falta de juego les afecta mucho. Además las visitas de amigos o vecinos para echarles de comer, en algunos casos les asustan.
6.- Cambios de mobiliario constantes: Si se realizan cambios frecuentes en el mobiliario desaparecen las marcas faciales del gato y sus caminos por su casa varían constantemente. Aparece el estrés.
7.- Convivencia con otros gatos: Los gatos son individuos territoriales y para compartir su territorio sin que haya conflictos deben tener un mínimo de recursos accesibles. Deben disponer de lugares donde refugiarse, comida suficiente, zonas de eliminación de heces y orina adecuadas… En muchos lugares estas condiciones no se cumplen y el gato comienza a sufrir estrés crónico.
El tratamiento de muchos problemas de conducta, así como de otros problemas médicos relacionados con el estrés en el gato, como es la cistitis idiopática y la obesidad, requieren que mejoremos drásticamente su entorno. A este grupo de medidas de mejora del entorno se les denomina por sus siglas en inglés MEMO (multimodal environmental modification) y estudios científicos han probado su utilidad para reducir el estrés felino:
I.- Feromonoterapia: Aplicación de feromonas faciales sintéticas (Feliway) diariamente, que se utilizarán hasta la normalización del gato.
II.- Terapia de juego: El juego es una actividad diaria fundamental para un gato independientemente de la edad de este. Los gatos que no juegan son susceptibles de presentar más alteraciones en su comportamiento. El inconveniente es que el juego en un gato adulto implica la participación directa del dueño, ya que necesita que los juguetes se muevan. Se recomiendan juguetes como estos:
- Cañas de pescar
- Cajas donde se puedan meter. Deberían esconderse durante el día
- Catnip como estimulante del juego
- Túneles (de venta en clínicas, Imaginarium, Ikea…), que igualmente se pueden recoger durante el día
- Plumeros
- Punteros láser manuales o automáticos
III.- Una bandeja de arena adecuada para el gato, que debe reunir las siguientes condiciones:
- Debe situarse en un lugar tranquilo y alejado de la zona destinada a la comida y el agua
- Utilizar arena aglomerante o arena normal no aromatizada
- Debe limpiarse a diario
- Debe tener un tamaño adecuado para que el gato de una vuelta dentro cómodamente
- Si es una bandeja cubierta, quitar la puerta
- Si tiene marco, retirarlo
- El número de bandejas no viene determinado por el número de gatos si no el número de grupos de gatos. Por ejemplo, si todos los gatos conviven normalmente, se puede tener una bandeja por cada 3 gatos. Si en cambio hay un gato que no se atreve a salir de una zona, hasta que ande cómodamente por la casa, deberá disponer de una bandeja en el territorio que ocupe y siempre lejos de su comida y su agua.
IV.- Rascador: Cada gato debe disponer de un rascador. Este debe situarse en la zona de descanso del gato y es posible, que tenga uno de varias alturas al lado de una ventana para que pueda asomarse y entretenerse con el exterior.
V.- Comida: A libre disposición pero utilizando un comedero complicado que haga que el gato saque su comida poco a poco, evitando la ansiedad de no tener comida disponible, y permitiendo que coma varias veces al día con ejercicio.
2.- Marcaje con orina
Del 10 al 24% de los gatos mostrarán algún problema de micción inadecuada en algún momento de su vida. Para saber si estamos ante un marcaje con orina, antes se deben descartar:
1.- Problemas físicos: La presencia de dolor durante la micción, debido a una patología urinaria o bien diarrea o estreñimiento, pueden provocar que el gato asocie la bandeja de arena estas patologías con el dolor sufrido y busque otros lugares en la casa. Además muchos otros problemas médicos pueden complicar o provocar la eliminación inadecuada.
Será el veterinario el que descarte estas patologías mediante pruebas diagnósticas.
2.- Problemas con la bandeja de arena: Gran parte de las micciones fuera de la bandeja se deben a un incorrecto manejo de ésta. La bandeja ha de limpiarse a diario, debe tener un sustrato que le guste al gato, y tiene que estar en un lugar tranquilo y siempre alejado de la zona destinada a la comida.
3.- Problemas de aprendizaje: Se sospecha cuando un gato nunca ha utilizado su bandeja. Suele darse en gatos procedentes de tiendas de animales donde han estado confinados en un lugar muy reducido defecando y comiendo prácticamente en el mismo lugar.
Si todo lo anterior es normal, estaremos ante un marcaje con orina que debe ser diagnosticado y tratado adecuadamente. Un correcto diagnóstico conlleva una investigación a fondo del entorno del gato. El marcaje con orina es una marcaje íntimamente relacionado con la ansiedad felina debido a cambios en su entorno, por ello, cualquier gato es susceptible de marcar, ya sea macho o hembra, joven o viejo, castrado o no castrado y por supuesto es independiente de su raza.
Las marcas de orina de pueden producir inicialmente en un punto de la casa, y posteriormente al no tratarse la causa adecuadamente, el marcaje se produce en múltiples lugares.
La deposición de la orina no tiene por qué ser en superficies verticales y la postura adoptada no tiene por qué ser la clásica (gato en pie, cola erguida y spray de pis hacia la pared), si no que puede adoptar una posición de micción normal. El volumen de pis depositado tampoco debe hacernos descartar un marcaje con orina.
La limpieza de las zonas marcadas deberá realizarse con un detergente enzimático, y una vez seca la zona, se deberá aplicar Feliway diariamente. No se debe regañar al gato, ya que esto sólo hará que aumente su estrés.
3.- Agresividad hacia personas por intolerancia al contacto
El grado de tolerancia al contacto, depende de cada gato. Algunos gatos toleran que se les toque durante mucho tiempo, por todo el cuerpo y cuando ya no lo desean, se van sin más.
En cambio otros gatos, toleran menos el contacto, e incluso sólo toleran uno o dos contactos sobre la cabeza. Estos últimos pueden reaccionar frente a un contacto continuado zafándose o bien mordiendo, lo que sorprende e irrita al dueño.
Un caso típico es el gato que sube al regazo de su dueño, quien de forma automática comienza a tocarle. Si no observa o bien desconoce algunas de las señales de irritación de su gato, como son el movimiento rápido de la cola, lamerse a sí mismo como forma de apaciguamiento, dilatación súbita de las pupilas y leve movimiento de las orejas hacia atrás el gato le morderá para parar el contacto irritante que está sufriendo y saldrá corriendo.
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