GOLPE DE CALOR
Pero… ¿Qué pasa cuando la temperatura sube y sube, y nuestras mascotas no tienen un lugar adecuado donde refugiarse del sofocante calor? ¿Qué sucede, si el acceso al agua esta limitado durante algún tiempo? ¿Tiene algún peligro dejar al perro en el coche “un instante” mientras hacemos un recado? Lo que en un momento dado, podría ser un “susto” puede llegar a ser mucho más grave, incluso producir la muerte de un animal sano.
Empezaremos por el principio, ¿qué es un golpe de calor?
es el resultado de un incremento importante de la temperatura corporal, debido por ejemplo a una exposición excesiva al sol.
¿En cuanto tiempo podríamos tener problemas? La respuesta es variable y depende de las características propias del animal, así pues, no es lo mismo un animal de talla grande que uno de talla pequeña, y también, hay diferencias en cuanto a razas, los bulldog y en general aquellos animales con “hocico chato” serán más sensibles, el estado físico, la edad… La humedad ambiental también juega un papel importante, cuanto más húmedo el ambiente peor, y la posibilidad de ingerir agua es fundamental.
¿Por qué es tan frecuente dicho problema en nuestras mascotas? Como todos sabemos, los perros no poseen glándulas sudoríparas por lo que al no poder sudar les resulta más difícil regular la temperatura cuando el calor es excesivo. Su mecanismo para eliminar el exceso del calor esta, mediado fundamentalmente por el jadeo, en el caso de los gatos dicha regulación, la consiguen lamiéndose de tal forma que la saliva depositada en el pelo al evaporarse, baja la temperatura.
¿Qué síntomas presentan los animales que lo sufren? Los síntomas son múltiples y variados, en un primer momento podemos observar, por supuesto, un aumento de la temperatura, pero también, respiración agitada, encías algo azuladas y aumento de la frecuencia cardiaca. El animal suele estar postrado, sin ánimo para moverse, e incluso, puede tener temblores. Si en esta fase, el animal no es tratado, puede agravarse mucho más dicho cuadro, llegando a presentar otras complicaciones como manchas rojas en la piel, vómitos con sangre, problemas renales y finalmente la muerte.
¿Qué hacer? En el caso de encontrarnos en esta situación, hay que intentar disminuir la temperatura de forma gradual. Podemos usar paños de agua pero nunca “abrigar” a nuestro animal con ellos y acudir de inmediato a nuestro veterinario para una evaluación exhaustiva del animal por si se hubieran producido complicaciones.
Para concluir nuestro artículo y como más vale prevenir que curar, hemos elaborado una serie de recomendaciones que esperamos os resulten útiles:
-No dejar a los animales encerrados en espacios pequeños al sol (especialmente en el coche)
-Ofrecer al animal agua, a una temperatura adecuada de forma regular (sobre todo cuando se encuentren de viaje o de paseo)
-En perros que viven en jardines, garantizar en todo momento el acceso al agua y a zonas sombreadas.
-Sacar a pasear al perro en momentos del día en los que no haga excesivo calor y si hace falta incluso limitar el ejercicio.
-Y…¡ Mucho ojo con la playa en las horas en las que el sol aprieta!
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