El parvovirus canino (PVC-2) es una enfermedad vírica grave, sumamente contagiosa y su principal fuente de contaminación son la heces de animales infectados. Este virus es muy resistente incluso bajo condiciones climáticas extremas y puede sobrevivir durante largos periodos de tiempo. Afecta principalmente el tracto gastrointestinal tanto en cachorros como en animales adultos, pero también puede afectar al miocardio en cachorritos muy jóvenes.
¿Cómo se transmite el parvovirus canino?
Esta enfermedad es altamente contagiosa y se transmite por contacto directo de perro a perro o de forma indirecta a través de las personas, ingieriendo el virus que se encuentra en la materia fecal (heces) proveniente de perros infectados. El virus también puede contaminar las superficies en las perreras, el alimento, los recipientes para agua de beber, los collares y las correas. Este virus es muy resistente a las condiciones ambientales extremas como son el calor, frío, humedad, sequedad y puede sobrevivir por largos periodos bajo condiciones adversas. El parvovirus es fácilmente diseminado de un lugar a otro, transportado en el pelo, en los miembros del perro, en jaulas contaminadas, zapatos y otros objetos.
¿Qué anim
ales corren más riesgo?
Todos los perros tienen riesgo de ser afectados, sin embargo, los cachorros de menos de cuatro meses de edad y perros adultos que no han sido vacunados contra parvovirus canino poseen un mayor riesgo de adquirir la enfermedad. Hay algunas razas que tienen una mayor sensibilidad a este virus, y por lo tanto la enfermedad tiene un mayor índice de mortalidad, como son el doberman y el rottweiler.
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas de la infección por PVC-2 son: pérdida del apetito, fiebre, somnolencia, vómitos y diarrea, a menudo sanguinolenta. Los perros suelen deshidratarse y pierden peso rápidamente debido al vómito y la diarrea. La mayoría de las muertes debida al parvovirus ocurren dentro de las 48 a 72 horas posteriores al inicio de los signos clínicos.
¿Cómo se diagnostica y se trata la parvovirosis?
El diagnóstico se basa en la historia clínica del perro, el examen físico y los análisis de laboratorio . El resultado positivo en los test de parvovirus de materia fecal lo confirmará.
No existen medicamentos específicos que eliminen el virus en animales infectados, por ello, se administra un tratamiento de soporte enfocado a estimular las defensas del animal hasta que su sistema inmunológico pueda luchar contra la infección viral. El tratamiento debe iniciarse de inmediato y consistirá en dirigir los esfuerzos para contrarrestar la deshidratación mediante el suministro de líquidos y electrolitos, que servirán para reemplazar las pérdidas causadas por el vómito y la diarrea, mismas que también deben ser controladas, así como, la prevención de infecciones secundarias. Los perros enfermos deben mantenerse abrigados y proporcionarles una nutrición adecuada. Cuando un perro sufre la infección por parvovirus, el tratamiento puede ser muy costoso y aun así puede morir, a pesar de que reciba tratamiento de emergencia. El diagnóstico oportuno, seguido del tratamiento de emergencia puede favorecer la recuperación de su mascota, sin que se presenten otras complicaciones.
Debido a que el PVC-2 es altamente contagioso, los perros infectados deben aislarse de otros perros para minimizar la propagación de la infección. Es esencial la limpieza ydesinfección de las perreras contaminadas y otras áreas donde los perros se alojan para controlar la dispersión del virus. El virus del parvovirus canino no es fácil de destruir, por lo tanto usted debe seguir los consejos específicos con relación al uso adecuado de sustancias y agentes desinfectantes para la limpieza.
¿Cómo se previene?
La vacunación y la buena higiene es lo fundamental en la prevención del parvovirus canino.
La vacunación es de suma importancia. Los cachorros pequeños son muy susceptibles a la infección, particularmente porque la inmunidad natural provista en la leche materna disminuye antes de que el propio sistema inmune de los cachorritos madure lo suficiente como para combatir la infección. Si un cachorrito es expuesto al parvovirus canino durante este lapso de mínima protección, puede llegar a enfermar. Una preocupación adicional es que la inmunidad adquirida por la leche materna puede interferir con una respuesta efectiva a la vacunación. Esto significa que aunque los cachorritos hayan sido vacunados, ocasionalmente pueden sucumbir a la infección por parvovirus. Para disminuir esta falta de protección durante los primeros meses de vida y proveer adecuados niveles de seguridad en contra del parvovirus durante este lapso, se recomienda administrar a los cachorritos una serie de vacunaciones que conferirán la protección adecuada. Los cachorritos deben recibir una dosis de vacuna de parvovirus canino entre las semanas 14 y 16 de edad, sin tomar en cuenta el número de dosis que hayan recibido con antelación, esto con la finalidad de que desarrollen una adecuada protección.
Para proteger a sus perros adultos, los dueños de las mascotas deben estar seguros que la vacunación contra el parvovirus está vigente.
A pesar de que se lleve a cabo una vacunación adecuada, existe un pequeño porcentaje de perros que no desarrollan inmunidad que los proteja y permanecen susceptibles a la infección.
Higiene – Hasta que el cachorrito haya recibido la serie completa de vacunaciones, sus dueños deben ser muy precavidos y no permitir que su perrito tenga contacto con otros cachorritos o lugares donde estos se congregan (por ejemplo, tiendas de mascotas, parques, pruebas de obediencia, perreras para el cuidado y recreo, exposiciones caninas, criaderos, pensiones y empresas dedicadas a la estética de las mascotas. Establecimientos con buena reputación y programas de entrenamiento reducen el riesgo a la exposición, seguido de los programas de vacunación, examen de salud, buena higiene y el aislamiento de los cachorritos y perros enfermos. Siempre se debe evitar el contacto con perros enfermos y sus alojamientos.
En resumen, no permita que su cachorrito o perro adulto llegue a tener contacto con materia fecal de otros perros cuando camina en el parque o en las calles de la ciudad, o lugares de recreo al aire libre. Siempre es aconsejable eliminar rápidamente y de una manera apropiada la materia fecal para limitar la propagación del parvovirus canino, así como otras enfermedades que puedan infectar tanto a los seres humanos como a los animales.
A los perros que presentan vómito o diarrea o que han sido expuestos a otros perros enfermos no se les debe permitir acceso a perreras, exposiciones caninas, lugares de recreo u otras áreas donde puedan entrar en contacto con otros perros. De igual forma, perros que no han sido vacunados o aquellos en los que no se tiene debidamente documentado su historial de vacunación, no deberán ser expuestos a perros enfermos. Las personas que mantienen contacto o están expuestas a perros enfermos deben evitar el manejo de otros perros o por lo menos deben lavarse sus manos y mudarse de ropa antes de tener contacto con perros sanos.
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